Hace ya casi un mes que mi marido llegó a casa con sobrecito y me dijo «mira a ver qué te parece», pensando que sería algo del trabajo lo abrí despreocupada y cuando leí «Localizador de su reserva» le miré, seguí leyendo «Madrid – Roma» y ya no leí más, me puse contentísima ya que nos íbamos a celebrar que hacía ya diez años del «Sí, quiero» y eso hoy en día es como para celebrarlo ¿No?
Ese día empezó la búsqueda de las posibles rutas, itinerarios, guías de viaje, sitios dónde comer y cenar, registros en foros de viajes, intercambio de opiniones… Bueno un lío, pero es cierto que cuando se hace con gusto cuesta mucho menos.
El viaje pintaba bien desde el principio, él no conocía Roma y yo había estado en el viaje de fin de curso del colegio así que por supuesto, no iba con el mismo planteamiento. Salíamos de Madrid un sábado a las 7am y volvíamos un martes a las 18’30 con lo que ganábamos casi un día de estancia. Pero bueno, a lo que voy, el viaje en sí.
DÍA 1: Madrid – Roma
Como os decía el madrugón fue considerable, el despertador dijo buenos días a las 4am y cómo se notó que no era para ir a cerrar, qué poco me costó ponerme en marcha! Un café y al aeropuerto. Al llegar nos recogieron el coche los de la empresa que habíamos contratado para «guardarnos» el coche esos días y que nos lo entregaran allí mismo a la vuelta. Y de ahí a la puerta de embarque ya que no facturamos maletas.
Otro café, un paseíllo por los DutyFree para perfumarse y al avión. Un sueñecito, un poco de tratar de averiguar lo que estás sobrevolando y en Roma. Traslado al hotel, paseíllo por la zona para hacer tiempo hasta la hora del check in y una vez todo hecho… Nos ponemos con la Ruta Roja.
En teoría íbamos a coger un bus al Coliseo pero no preví que allí los autobuses de los laborables son distintos de los del fin de semana así que invertimos el sentido de la ruta y nos fuimos andando hacia la Piazza del Popolo, allí nos recibieron un obelisco de la época de Ramses II, las dos iglesias gemelas barrocas y una gran fuente (el agua iba a ser el elemento protagonista en toda Roma junto a las dichosas calzadas empedradas)
De allí a la Plaza de España con la Fuente de la Barcaza y la gran escalinata tantas veces protagonista de desfiles, como me acordé aquí de ti Marian!!
Una vez hechas las fotos de rigor, seguimos rumbo a la Plaza de la República, pasando por la Plaza Barberini y su fuente del Tritone, y ya allí visitamos Santa María de los Ángeles, desde fuera parecía que entrarías en una gruta en lugar de en un santuario tan rico en arte.
Seguimos la ruta prevista y entramos en Santa María la Mayor, preciosa.
Paradita para comer y entramos a San Pietro in Vincoli, casa del famoso Moisés de Miguel Ángel.
Y a continuación empezó lo que iba a ser el principio de la Ruta Roja, la zona antigua de Roma con los foros imperiales, la columna de Trajano y su mercado, el Foro Romano y como no el Coliseo.
De vuelta al hotel, quisimos parar en la Plaza Venecia, que aunque estaba prevista para el día siguiente nos pillaba de camino y como era pronto decidimos ir adelantando cosillas y así después agradeceríamos una tarde o mañana extra para pasear por la ciudad, hacer comprillas o simplemente disfrutar de un estupendo helado o un rico capuchino. No sé por qué pero dicen que a los romanos nos les gusta este impresionante edificio dedicado a Victorio Emmanuelle II a mí me pareció impresionante en sus dimensiones y hace que esa plaza luzca más bonita, ya que si no sería sólo una maraña de coches y he de decir que lo de maraña no es por decir, van como locos, tanto que a veces resulta más seguro cruzar por cualquier hueco que veas antes que por un paso de cebra ya que deben resultar invisbles desde dentro de un coche o un autobús.
Desde aquí volvimos al hotel disfrutando de las calles ya que en cualquier esquina podía aparecer alguna forma de arte o unas ventanas plagadas de flores o una fuente donde refrescarte y repostar porque … vaya calor nos hizo.
Cenamos tranquilamente en una trattoria cercana al hotel y vistos los precios de las cervezas (6 euros la jarra) nos dimos al vino blanco del lacio, no es un Albariño pero acompañó estupendamente al Rissoto Funghi Porcini que pedimos.
Los otros 3 días del Viaje a Roma… próximamente
Qué suerte Bea, que envidiaaaaa!!! Las fotos son preciosas!!!
Un bs enorme guapa!!!
mariandomenech.blogspot.com
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Gracias Marian! El fotógrafo que estaba de estreno y todo podía ser objeto de un click.
Otro besote para ti, y ya se lo dije a Jorge pero… de verdad si necesitas algo dímelo sin compromiso, cualquier duda, lo que sea, no te comas sola todo el follón que lleva emprender un negocio y una inauguración.
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